...cuando la fibra óptica lo permite
Cuando Internet Explorer no puede mostrar la página Web…
Si hay alguna frase que siempre justifica a Telefónica por la falta de servicio (Internet o telefonía celular) es “se corto la fibra óptica”. Cuantas veces hemos oído esta frase sin entender lo que realmente significa. Hoy, en nuestras vidas cotidianas, somos tan dependientes de estos servicios de comunicación que, cuando no podemos contar con ellos o la conexión no es la ideal, altera nuestros nervios al extremo.
Es tal nuestro acostumbramiento a estar siempre conectados a la Web o tener nuestro celular en uso, que cuando supuestamente “se corta la fibra óptica” pasamos a ser unos incomunicados totales. Pero lo llamativo de todo esto es que nuestro enojo siempre recae en la misma persona: un supuesto tipo, que trabaja para una constructora, que pasó con su retroexcavadora y fue tan torpe que cortó la fibra óptica. ¿Realmente siempre es así? Parecería ser que toda la responsabilidad cae en este personaje, cuando en realidad nos deberíamos preguntar si en realidad el monopolio de Telefónica Argentina no es la gran responsable de que todo funcione mal. Lo cierto es que la empresa siempre va a encontrar un culpable, haciendo caso omiso a sus responsabilidades. Pero de esto tampoco es ajeno ni el gobierno nacional y provincial, ya que no toman ninguna acción concreta que apunte a solucionar estos constantes inconvenientes. Si esto no cambia, los usuarios seremos eternamente rehenes de los pésimos servicios que recibimos.
Cuando Internet Explorer no puede mostrar la página Web…
Si hay alguna frase que siempre justifica a Telefónica por la falta de servicio (Internet o telefonía celular) es “se corto la fibra óptica”. Cuantas veces hemos oído esta frase sin entender lo que realmente significa. Hoy, en nuestras vidas cotidianas, somos tan dependientes de estos servicios de comunicación que, cuando no podemos contar con ellos o la conexión no es la ideal, altera nuestros nervios al extremo.
Es tal nuestro acostumbramiento a estar siempre conectados a la Web o tener nuestro celular en uso, que cuando supuestamente “se corta la fibra óptica” pasamos a ser unos incomunicados totales. Pero lo llamativo de todo esto es que nuestro enojo siempre recae en la misma persona: un supuesto tipo, que trabaja para una constructora, que pasó con su retroexcavadora y fue tan torpe que cortó la fibra óptica. ¿Realmente siempre es así? Parecería ser que toda la responsabilidad cae en este personaje, cuando en realidad nos deberíamos preguntar si en realidad el monopolio de Telefónica Argentina no es la gran responsable de que todo funcione mal. Lo cierto es que la empresa siempre va a encontrar un culpable, haciendo caso omiso a sus responsabilidades. Pero de esto tampoco es ajeno ni el gobierno nacional y provincial, ya que no toman ninguna acción concreta que apunte a solucionar estos constantes inconvenientes. Si esto no cambia, los usuarios seremos eternamente rehenes de los pésimos servicios que recibimos.